El cuarto día en París comenzó con un momento verdaderamente mágico cuando los alumnos se encontraron cara a cara con la majestuosa Torre Eiffel. La emoción llenó el aire mientras admiraban su imponente presencia desde el Trocadero, un lugar lleno de historia y encanto.
Justo al lado de la Torre Eiffel se encuentra el Musée de l'Homme, un magnífico museo que explora la historia del ser humano y su evolución a lo largo del tiempo. Los alumnos quedaron fascinados por las exhibiciones y aprendieron sobre los diversos aspectos de la humanidad en diferentes épocas y culturas.
Uno de los momentos más esperados del viaje fue la visita al icónico Museo del Louvre. Con su vasta colección de arte y antigüedades, el Louvre es un tesoro cultural que ofrece una experiencia única a cada visitante. Aunque el tiempo era limitado, los alumnos aprovecharon al máximo su tiempo en el museo, explorando algunas de sus obras maestras más destacadas.
El día culminó con una experiencia memorable al caminar por los famosos Campos Elíseos y admirar el majestuoso Arco del Triunfo.
Con cada día que pasa, los alumnos continúan descubriendo los tesoros ocultos y los rincones más encantadores de París. No nos queda más que un día en esta maravillosa ciudad y en este innolvidable viaje.
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